Por Marina Nill
“Nací en el año de la revolución fusiladora. Yo me crié con mi abuela, que llegó junto a mi abuelo de Santiago del Estero. A los 11 meses me “prende” la polio, más tarde el alcohol y la militancia y la canción militante y comprometida. Al alcohol ya lo deje hace tiempo, pero a la canción la sigo explorando: está cargada de todas las imágenes y vivencias que me sucedían y les suceden a la gente que reconozco como clase, a los oprimidos y excluidos… Esa gente que lucha, que sueña, que se rebela contra la injusticia.”
El protagonista de la columna de hoy, Abelardo Martín, nació el 21 de marzo de 1955. Realizó sus estudios secundarios en la Escuela “Portugal” en Atalaya, Rafael Castillo, y formó parte del Primer Encuentro de Centros de Estudiantes Independientes de La Matanza, que se declaró en apoyo a un paro docente.
“El Ministro por aquel entonces era Ivanicevich. En el secundario me inicié en la lucha política en torno a lo que era Política Obrera; conocí y canté canciones de Manal, Almendra. Por aquellos años me pasaron canciones como “El Oso” de Moris o “De Nada sirve” y “Guitarra en duelo mayor” de Alfredo Zitarrosa. El Che estaba prohibido”, recuerda.
“En mis primeras canciones yo hablaba de obreros muertos. Como cantor militante formé parte de la Primera Asamblea Nacional de Trabajadores desocupados del Oeste. Apoyo y apoyé la lucha a Comunidad Quom, a la familia de Luciano Arruga y no bajo los brazos por la libertad de la Gallega, ni olvido el caso de los hermanos Aguilera -aun presos injustamente- a quienes reivindico en una canción”.
Abelardo Martín recuerda que siempre, desde que empezó a notar las desigualdades e injusticias, buscó la manera de involucrarse y tratar de ser algo más que un espectador: alguien que actúa para incidir de alguna forma en el desarrollo y la construcción de la historia. “La música siempre me gustó e intenté formar una banda con otros amigos del barrio. Hoy, a pesar de no tener el reconocimiento que creo merecer, ya soy conocido en este ámbito de lucha".
Entre sus logros, hay que destacar que fue incluido en el proyecto “Ya se mira el horizonte”, con un tema de su disco “De luchas y sueños”, que tendrá difusión en toda Sudamérica. “Es un proyecto de principios y demandas zapatistas y tiene como finalidad apoyar las luchas en Chiapas”, explica.
Abelardo Martín también está mencionado en dos libros, algunas notas en Página 12, Revista 23 y en muchas publicaciones independientes, a raíz de su constante actividad artística y militante. “Pero aún me falta recorrer (espero) un camino mas duro y comprometido. Yo creo que cada uno tiene un destino marcado y una vocación que nace con uno, pero de uno depende explotarla y sacarla a la luz buscando las herramientas necesarias. Muchos no logran hacerlo, porque tenemos un sistema perverso que va a tratar de cualquier forma de que uno no se encuentre con su verdadero ser".
Abelardo Martín tiene un disco terminado, titulado “Postales de Vida”, que pudo concretarse gracias a que Martín ganó un coche en un sorteo, al que malvendió, y con parte de ese dinero pudo grabar el compacto. “Tenía un amigo de hace mucho tiempo, Rodolfo Gorosito, que es músico de Gieco (es el autor de “La Rata Laly”), también Nito Mestres y otros músicos conocidos del rock nacional, que me ayudaron dirigiendo musicalmente la grabación y tocando las guitarras. Para mi fue como tocar el cielo con las manos. Para rematar, el artista Carlos Terribili me hizo el dibujo de la tapa y contratapa”.
“Pensé que con la venta del disco podría pagar los viáticos, porque nunca cobro por tocar, ya que siempre los lugares donde son aquellos donde se ha generado un conflicto o se hace un homenaje a alguien o en un piquete o de apoyo a alguna huelga, pero fue peor, porque terminé regalándolos o si los vendo dejo casi siempre todo para aportar a la lucha que se esta desarrollando en el lugar donde estoy. Ese fue el destino de los últimos 100 discos, pero no me arrepiento y me alegra actuar de esa forma.
El disco en el que estoy trabajando ahora, “De luchas y de Sueños”, cuenta con músicos reconocidos y la tapa y contratapa son de mi amiga Lucia Stanig, que lamentablemente falleció el año pasado. A este último compacto quiero acompañarlo con un libro en el que describo exactamente de qué forma salió cada canción, por qué canto lo que canto, y defiendo cada verso con una argumentación sólida, no la metáfora por la metáfora misma, sino como una llave para tratar de superar instancias y contribuir a la construcción de un mundo mas justo y solidario”.
Abelardo Martín milita actualmente en el Movimiento Social Torre, tras casi 25 años de militancia en el Partido Obrero, del que se alejó “por diferencia que no podía conciliar y que ahora veo más evidentes”. Desde el movimiento, se trata de participar en cada lucha que tiene por objetivo la defensa de la vida sin obviar nada: desde las cuestiones de genero, pasando por la defensa de los pueblos originarios, de los presos políticos y los mal llamados presos sociales, “que lamentablemente, son muchos”.
“La organización de base es nuestra mayor preocupación: entiendo que cada uno se debe formar como dirección y que la intervención en todo conflicto que tenga que ver con la negación de los derechos y la conquista de nuevos debe ser decidida y firme”, enfatiza. “Para mí, el socialismo es natural: lo comenté en un reportaje que me hicieron en la revista “Panza Verde”, y gustó tanto, que salí con esa frase y una foto en la tapa. Yo lo creo así: que esta etapa de la evolución de la sociedad pasa por el socialismo, y que esa transformación no se realiza por la involución de las direcciones políticas que los explotados tenemos y que debemos combatir y cambiar. El mundo esta agotado con este sistema perverso donde cada vez hay más gente que muere de hambre, siendo que en toda la historia de la humanidad este es el único periodo en que la tierra produce alimento para todos, gran paradoja, y donde la contaminación y la inutilización del planeta se acrecienta en forma exponencial.”
“Sin duda llegar a ese estadio, si bien es para mi como una cuestión de supervivencia natural del ser humano, el ser humano hoy está consumido por el egoísmo, el individualismo, las ansias de poder, pensar siempre en el yo y no vivir de acuerdo a lo que dice. Creo que Cristo fue un revolucionario y en él debemos mirarnos para poder así desde nosotros poder construir una sociedad justa sin oprimidos ni opresores, solidaria y sin prejuicios de ninguna índole. Es a ese mundo al que apunto y creo que lo tengo que practicar día a día con mi prójimo mas cercano, desde mi familia, mi entorno…, y no esperar a la revolución para cambiar; no usar como excusa eso de que el sistema esta mal: yo soy el que debo “revolucionarme” y cambiar el mundo”, finaliza.
COLUMNA "ALTERNATIVOS", DIARIO DE LA REGIÓN
FACEBOOK: MARINA DE RESISTENCIA
No hay comentarios:
Publicar un comentario